TODOLIVO ABOGA POR EL
OLIVAR EN SETO EN MARCO AMPLIO,

Un modelo de alta sostenibilidad y rentabilidad
diseñado para afrontar los desafíos de la olivicultura moderna

Variedad I-99P, procedente del Programa de Mejora Genética de Todolivo. Finca ‘Las Hazuelas’ (Córdoba).

Con cerca de 30 años de investigación y desarrollo, Todolivo lidera la transformación del olivar en seto, un modelo que continúa generando debate en el sector y que la empresa cordobesa defiende como la mejor respuesta a los desafíos del siglo XXI.

¿El futuro del olivar en seto es un caso abierto? la respuesta es sí, debido a que lo seguimos investigando, evolucionándolo y perfeccionando de forma continua. Sin embargo, en Todolivo, tras casi tres décadas de estudio de este sistema, podemos afirmar con rotundidad, que el Olivar en Seto en marco amplio, representa hoy por hoy la opción más rentable, 

y sostenible, con la que dar respuesta a los grandes retos económicos y climáticos que afronta la olivicultura moderna.
A esta conclusión hemos llegado, tras 28 años de investigación, durante las cuales hemos ido perfeccionado el Sistema Todolivo Olivar en Seto® a través de ensayos en 217 hectáreas propias de investigación, además de múltiples fincas de clientes en España y otros países. En este tiempo, hemos desarrollado y evaluado una amplia gama de marcos de plantación, tanto en riego como en secano, hemos llevado a cabo multitud de ensayos de manejo agronómico y analizado 103 variedades — 38 tradicionales y 65 obtenidas a través de

Variedad I-15P en secano. Finca ‘Calderito Alto (Córdoba).

nuestro Programa de Mejora Genética iniciado en 2007— con el objetivo de ofrecer a los agricultores soluciones innovadoras, adaptadas a las características de cada explotación y a las distintas condiciones agroclimáticas.

Gracias a esta labor de investigación, en Todolivo estamos en condiciones de ofrecer respuestas sólidas y contrastadas a muchas de las cuestiones planteadas en el reciente artículo de Mercacei, titulado “El olivar en seto: un caso abierto”. Especialmente, en lo relativo a la elección varietal, los marcos de plantación y las estrategias de poda.

¿Pueden las variedades tradicionalmente cultivadas en copa adaptarse al sistema de cultivo en seto?

En Todolivo hemos comprobado que sí: todas las variedades de olivo son aptas para este sistema. No obstante, las nuevas variedades que hemos obtenido a través de la mejora genética superan a las tradicionales, ya que son más productivas que sus progenitores, presentan un manejo más sencillo y económico, y destacan por su alta tolerancia a enfermedades y resistencia a a la sequía.

Además, entre las múltiples ventajas del seto, destaca el notable incremento de la producción, favorecido por el método de recolección. Mientras que la cosechadora empleada en el olivar en seto respeta el follaje tierno, el sistema tradicional de vareo utilizado en el olivar en copa provoca la rotura

de los brotes nuevos, generando vecería en la campaña siguiente.

Eso sí, para garantizar el éxito es fundamental realizar un estudio agroclimático previo que determine tanto la variedad más adecuada como el marco de plantación amplio óptimo para cada explotación. Este análisis es clave, dado el amplio abanico de variedades disponibles y la notable diferencia de tamaños entre ellas. Podemos clasificarlas en:

  • Variedades pequeñas, sin equivalencia en tamaño dentro de las tradicionales.
  • Variedades semipequeñas, con un porte inferior o similar al de Arbosana, pero mayor que el de las pequeñas.
  • Variedades medianas, de tamaño igual o ligeramente inferior al de Arbequina.
  • Variedades grandes, similares en porte a Koroneiki.

A continuación, os presentamos el desglose completo de las nuevas variedades clasificadas por tamaño.

Manzanillo Cordobés Clon i-57®. Finca las Hazuelas (Riego)

En el caso de las variedades de tamaño mediano y grande, la poda debe realizarse de forma similar a la de las variedades pequeñas, manteniendo dos ramas en línea y siguiendo el esquema de la poda tradicional.

Todas las variedades de olivo son tolerantes a la sequía; sin embargo, algunas muestran una mayor resistencia gracias a su potente sistema radicular y a sus hojas coriáceas, las cuales permiten retener mejor la humedad en el árbol. Entre las variedades con alta resistencia a la sequía, destacan; Todolivo I-15P, I-25P, I-51P, I-52P, I-72P, I-73P, I-77P, SikititaP y los clones de las variedades tradicionales; I-53®, I-63®, I-57®, I-61®, I-67®, I-59® e I-65®.

Marcos de plantación: menos, es más.

La elección del marco de plantación es un factor clave para lograr la máxima rentabilidad y sostenibilidad del olivar en seto. De forma contraria a los que proponen modelos ultradensos de hasta 2.000 árboles/ha, la experiencia de Todolivo demuestra que los marcos amplios, adaptados a cada finca y sus condiciones específicas, ofrecen resultados más óptimos y sostenibles. En explotaciones de secano, utilizar densidades tan elevadas de plantas harían además inviable la rentabilidad del cultivo.

El diseño del marco debe partir siempre de un estudio agroclimático previo, diferenciando entre fincas de secano y de riego:

En secano, una vez realizado este estudio y una vez determinada la variedad a utilizar, es necesario calcular la cantidad de masa vegetal que la finca puede soportar, para posteriormente, ajustar el número de árboles necesarios. De tal forma que, cuando los árboles sean adultos y lleguen a finales de verano o principios de otoño, realicen una buena maduración de la fruta sin necesidad de que llueva temprano en otoño antes de la recolección. Con esta forma de trabajo y marcos que oscilan entre las 400 a 550 plantas/ha, Todolivo está consiguiendo unas producciones y una rentabilidad inéditas en el olivar de secano Cifras que se deben a la elección del marco adecuado, las variedades seleccionadas y a un sistema de poda manual anual inspirado en la poda tradicional. Estos tres factores combinados, ayudan al agricultor a dominar el cultivo con un coste muy pequeño y a mantener una productividad constante.

En riego, tampoco es necesario llegar a densidades de 1.500 o 2.000 plantas/ha. En Todolivo, hemos comprobado que la máxima rentabilidad se obtiene con marcos que oscilan entre 667 y 800 plantas/ha, dependiendo fundamentalmente de la luminosidad de la finca. En fincas insoladas se puede llegar hasta 800 plantas/ha, mientras que, si esta se encuentra en zonas de umbría, poca luz o en una vega con posibilidad de heladas, tendremos que abrir el marco para conseguir una mayor iluminación y aireación.

Variedad Picual Clon i-11®. Finca las Hazuelas (Riego)
A modo de ejemplo os mostramos a continuación los resultados de dos nuestros ensayos de mejora genética en la finca ‘La Mata’ plantados a marco amplios (Córdoba).
Variedad Todolivo I-24P. Finca las Hazuelas (secano)

Para conseguir mantener la altura óptima de los olivos, cortamos las ramas desde abajo y minoramos la cantidad de agua suministrada en verano durante la parada vegetativa que se produce en los meses de julio y agosto. En este periodo, el aporte de agua se reduce hasta un 50-70% según la granulometría del suelo. En estas condiciones, los árboles pueden llegar a mostrar cierto estrés hídrico, presentando un aspecto algo deshidratado y con un cambio en el color en su follaje, pero su fruto permanece firme y en buen estado.

En las fincas de regadío, a finales de agosto o principios de septiembre volvemos a regar como en primavera hasta primeros de octubre. Con ello favorecemos una maduración óptima del fruto y un mayor rendimiento graso, lo que permite realizar una cosecha temprana, generalmente a finales de octubre.

La parada vegetativa es algo que muchos profesionales del sector pasan por alto, aplicando riego y fertirriego de forma intensiva durante el verano, lo que provoca un crecimiento excesivo de madera. Según nuestra experiencia, el binomio de riego y fertirriego durante los meses de verano dan lugar al crecimiento vegetativo desmesurado. En Todolivo, recomendamos además de hacer esta restricción de agua durante la parada vegetativa, complementar la fertilización con un abonado granulado a la

salida del invierno y aportar potasio en septiembre. Con estas prácticas, evitamos que haya un exceso de crecimientos innecesarios y mantenemos un equilibrio adecuado.

En condiciones normales, el consumo de agua en las plantaciones de marcos amplios oscila entre 1.000 y 1.500 m³/ha/año, mientras que en años de escasez hídrica la cantidad de agua aportada se minora a 600-700 m³. En estos casos, a pesar de la disminución, hemos conseguido que las explotaciones no bajaran de forma significativa su productividad.

Otro aspecto relevante a señalar es que, aunque en Todolivo mantenemos una apuesta firme por los marcos amplios, la aparición de nuevas variedades de menor porte y tamaño, como — I-16P, I-51P, I-52P , I-72P, I-99P, entre otras—, abre la posibilidad de que pudieran adaptarse con éxito a marcos de plantación más densos. Esto se debe principalmente a que estas variedades se caracterizan por emitir muy poca madera y abundante ramón productivo, además de requerir una poda muy sencilla y ligera, lo que facilitaría enormemente su manejo en plantaciones con diseños de marcos más prietos. Por ello, en Todolivo estamos abiertos y decididos a continuar estudiando e investigando esta línea de trabajo para determinar su manejo más óptimo.

¿Cómo debe realizarse la poda?

Otro gran interrogante que se plantea en el artículo que venimos comentando es la poda y cuál es la forma más correcta de realizarla. La poda es otro pilar fundamental para garantizar el éxito en el sistema en seto, pues permite entre otras cosas, mantener una producción constante en el olivar.

Poda de Todolivo I-51P. Finca las Hazuelas (Riego)

En Todolivo defendemos una poda-limpia manual anual, en dos ramas en línea, que imita la poda tradicional y favorece tanto la entrada de luz como el equilibrio vegetativo del árbol.

"Quien ara un olivo,
le pide fruto, quien
lo abona lo pide con
insistencia, quien lo
poda, le obliga a que
se lo de."

Lucius Columela.
Siglo I

Frente a otras prácticas como el topping o la poda lateral mecanizada – técnicas que hemos evaluado durante 16 años en 15 hectáreas de investigación propia -, hemos comprobado que estas técnicas reducen la producción de aceite a solo una tercera parte de lo que se consigue con poda manual. Por ello, abogamos por un manejo cuidadoso y selectivo que priorice la productividad y la sostenibilidad del cultivo.

Desde nuestra experiencia en campo, el uso del topping genera múltiples problemas. En primer lugar, esta técnica no distingue entre ramas productivas y no productivas, por lo que al no hacer esta discriminación previa, se cortan todas las ramas por igual, afectando considerablemente al potencial productivo del olivar.

En segundo lugar, al aplicar topping, la savia del olivo se concentra en la zona del corte superior, causando una respuesta vegetativa muy fuerte. Además, este método suele requerir varios pases con las cuchillas. Cualquiera que haya realizado un topping tras la cosecha puede constatar que, hacia mayo o junio, los olivos situados en suelos fértiles experimentan un crecimiento desmesurado.

Este vigor productivo no contribuye a la producción y por el contrario, sombrea las zonas del árbol que en teoría deberían fructificar.

Como consecuencia, el agricultor se ve obligado a repetir la operación, realizando un primer pase en enero (antes de la poda) y otro en agosto, lo que incrementa los costes de manejo y reduce la cosecha final.

Otro problema derivado de realizar varios pases de topping y mantener esos crecimientos en la parte superior del árbol es la disminución del rendimiento graso.

Por el contrario, la poda manual, se efectúa con un objetivo claro: eliminar aquellas ramas que salen hacia la calle y así mantener un flujo constante de luz sobre las dos ramas en línea, lo que favorece la producción de ramón productivo en estas ramas.

Nuestra experiencia nos ha demostrado que la poda manual es el sistema más rentable y el único capaz de mantener producciones constantes a lo largo del tiempo.

Para optimizar esta práctica, es fundamental formar el olivo en forma piramidal, utilizando un tutor de caña de bambú de al menos 2,5 metros de altura. El tutor lo enterramos en sus

Poda del Picual Clon I-11®. Finca ‘Calderito Alto’ (Secano)
Finca de Olivar en Seto de riego, plantada a marco amplio (Cáceres). Producción media en 7 cosechas: 1.798 kg aceite/ha

primeros 50 cm y los dos metros restantes sirven para guiar al olivo de forma piramidal, sujetándolo únicamente el olivo a la caña en la parte superior para que la primera cosecha sea fructífera. No aconsejamos realizar despuntes hasta que el árbol alcance los 2-2’5m, ya que, de hacerlo, se perdería una parte de la cosecha. Este método no es solo el más económico para criar un olivo, sino también el que permite aprovechar al máximo todo el ramón productivo desde la primera recolección.

En la segunda cosecha, se procede a remangar las bajeras, cortar el eje a la altura de las ramas laterales que estén bien alineadas y eliminar aquellas ramas que sobresalgan hacia la calle.
Al año siguiente, tras recolectar una nueva cosecha, se deberá llevar a cabo la poda-limpia; quitando chupones, ramas atravesadas y aclarando el ramón para favorecer la entrada de luz y la formación de ramón productivo En el futuro cuando se quiera sustituir una rama principal, se dejará un chupón que, al cabo de dos años, reemplazará a la rama que será eliminada.

En conclusión, compartimos plenamente la reflexión de que el olivar es un cultivo que exige tiempo, experimentación rigurosa y un profundo conocimiento de cada suelo, clima y finca para definir estrategias de manejo y nuevas

variedades. Precisamente por ello, en Todolivo llevamos más de 28 años dedicados a la investigación continua de la olivicultura en seto, lo que nos permite dar respuestas basadas en experiencia de campo a muchas de las preguntas planteadas.

Es cierto que no existen axiomas inamovibles en el campo y cada explotación es única, pero no es menos cierto que el conocimiento acumulado y las pautas técnicas derivadas de años de ensayo y error son esenciales para acompañar al agricultor del siglo XXI en la toma de decisiones y ayudarle a minimizar riesgos.

Sí, el libro está por escribir, pero en Todolivo llevamos décadas redactando capítulos a pie de campo para que la olivicultura siga siendo un motor de sostenibilidad y rentabilidad.

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